miércoles, 1 de septiembre de 2010

Arrasan por donde pasan con su rock del lejano oeste

El 'grunge' y Kurt Cobain sorprendieron a los tres chicos de Arizona Baby en el instituto. Años después, estos treintañeros continúan investigando en la música y arrasan por donde pasan con su rock del lejano oeste. Javier Vielba (voz), Rubén Marrón (guitarra) y Marcos Úbeda (rítmica) saben lo que es tocar ante el público del ilustre Mark Knopfler, triunfar con su Shiralee ante 6.000 personas en el festival arandino Sonorama y competir con Alejandro Sanz o Shakira por un MTV Awards. Vielba no se duerme en los laureles y sigue buscando. Ahora lee sobre 'death metal' y 'grindcore' y escucha jazz de Nueva Orleans. Todo vale para empaparse de música y seguir impactando al público. La próxima cita con ellos, el sábado en el festival Ecopop de Arenas de San Pedro (Ávila).

¿Cómo es posible que de Valladolid surja un grupo con esos ecos del oeste americano?

¿Y cómo es posible que los americanos Interpol sonaran a los ingleses Joy Division? ¿O cómo es posible que los beduinos Tinariwen mezclen blues en su músicos? ¿Dónde han comprado discos de B. B. King o John Lee Hooker? Tuvieron la suerte de conocer a Robert Plant (Led Zeppelin) que les llevó discos de blues y tocaban juntos. Hay grupos en Japón de country maravillosos que no conocemos. No es tan raro, aquí siempre ha habido tradición de rock and roll. Simplemente es cuestión de que te apetezca hacerlo. Para nosotros es natural, no hemos hecho nada que no haya hecho otro grupo, quizá simplemente hemos elegido un camino que otros no eligen. Quizá tengamos las mismas influencias de un músico de Mississippi y además añadimos otras. Al final el grupo es nuestro 'pequeño monstruo de Frankenstein' y lo que hace es crecer, vas cogiendo elementos de aquí y allá, literarios, cinematográficos, musicales... y todo se une para dar un resultado. Lo que sorprende no es el estilo de nuestro rock americano, sino que suene tan real. Pero no nos da pena no haber nacido en Los Ángeles. Sabemos de dónde venimos y adónde vamos, el viaje es incierto y eso es bonito.

¿Qué supuso la experiencia de suceder a Mark Knopfler en el concierto del pasado 31 de julio en Gredos?

Nosotros tocábamos justo después de él y todo el público se quedó durante algunos temas. Después se fue gente, algo que esperábamos, sabemos que era su público, no el nuestro. Pero un alto porcentaje se quedó y se portó de forma muy receptiva y muy abierta con nuestra música y nuestra puesta en escena y pasamos una gran noche. Fue un reto no ya sólo por lo bueno que es Mark Knopfler sino por la devoción que tienen su fans.

¿Qué cree que significa el éxito de festivales como Sonorama, Ecopop o Valladolindie, citas fundamentales para grupos independientes?

No hace falta ser un fanático de la escena independiente para darse cuenta de que algo está pasando en Castilla y León. Valladolid Vive la Música con B.B. King, John Mayall o después en San Benito Johnny Winter, o el concierto en noviembre de Alice Cooper... Realmente esto para el público mayoritario es relevante. Luego Músicos en la Naturaleza o Sonorama con 30.000 personas, son pruebas de que ahora mismo en Castilla y León hay buena salud musical, mucha variedad. Tenemos la suerte de ver estrellas nacionales e internacionales, los nuevos y gente legendaria.

(Cristina San José, www.elmundo.es)

No hay comentarios:

Publicar un comentario