sábado, 26 de febrero de 2011

El nueco rock country viene de Pucela

Confieso que hace tres semanas no tenía ni pajolera idea de quiénes eran Arizona Baby. Por suerte, un amigo (concretamente, el novio de Arse xD) me pasó un videoclip de una de sus canciones y me comentó que tocaban en el CICCA, por si quería ir al concierto con él. Me moló tanto el vídeo en cuestión que acepté.

Fue la otra noche, en Las Palmas de Gran Canaria. Solo puedo decir que hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien en un espectáculo musical. Arizona Baby son un trío que toca rock acústico de estilo country. Únicamente son dos guitarras (una de ellas de acompañamiento) y percusión básica. El guitarra de compañamiento es a su vez es el cantante y el batería hace los coros. No necesitan nada más. Alucinante, en serio, cómo llenan el escenario estos tres chicos de, atención, Valladolid. Sep. Más papistas que el papa. Han sido teloneros de Mark Knopfler, el ex de los Dire Straits. Por algo será...

Cantan en inglés y su música tiene un ritmo y una armonía increíbles. Te transmiten buen rollo de forma instantánea. El guitarrista, Rubén Marrón (el señor Brown, como le llamó Javier Vielba, cantante) toca las cuerdas de la acústica como no se lo he visto/oído hacer a nadie. El batería, Hermo, nos deleitó con una sesión de máquina de lavar (ese instrumento compuesto de placas de metal que se toca poniéndose una especie de dedales en las puntas de los dedos) y la voz de Vielba suena muy yanki sin ser yanki.

La verdad es que recomiendo encarecidamente ir a verlos en directo. Para que se hagan una idea de lo mucho que me gustaron, me compré el CD a la salida. Como los tres salieron a firmar autógrafos, me lo llevé dedicado, al igual que la entrada. Mi compañero de concierto (seeeh, tras diez años yendo sola a casi todos los conciertos, encuentro a alguien de gustos afines T.T) se llevó el vinilo.

Sorprendente, refrescante y esperanzador que en España haya gente así, que se arriesgue y haga cosas fuera de lo común. Hoy estoy medio afónica (salimos todos después por ahí) y tengo sueño (mi sobri nos despertó felicitando efusivamente a su abuelo por su cumpleaños, a las siete de la mañana, así que he dormido cuatro horas), pero que me quiten lo bailado.




(Nisa Arce, nisarce.blogspot.com)

jueves, 24 de febrero de 2011

"Collage" tosco de ritmos salvajes

Tras lograr tres premios nacionales, compartir escenario con monstruos como Mark Knopfler y Chris Isaac y colgar el cartel de no hay entradas en importantes plazas españolas, el trío Arizona Baby llegó a la isla para ofrecer al público un exitoso brebaje sonoro que tiene sus fuentes en distintos estilos de ritmo salvaje.


El viernes 18 de febrero, a las 20.30 horas, el público grancanario pudo descubrir la fórmula con la que esta banda ha seducido a la crítica y el público españoles. Arizona Baby subió al escenario del Cicca para presentar su álbum Second to none. En acústico, con guitarras y percusión, volvieron a demostrar que tres son multitud. «Lo conseguimos echándole ganas, ensayando mucho y escuchando mucha música, formando una química entre los músicos que se transmite», indica Javier Vielba. El cantante anuncia que, en la cita de mañana, irán al grano e intentarán insuflar mucha energía al público.

«Tenemos unas claves claras en nuestro código genético. Crecimos con la música alternativa de los 80 y lo 90, con el grunge, el sonido Seattle y ciertas bandas inglesas y americanas», comenta Vielba, que confiesa el impacto que le produjeron los proyectos acústicos de Johnny Cash y Nirvana. A esas influencias hay que sumar muchas otras, sobre todo de bandas que cosecharon su rock, su country y su blues entre los años 1965 y 1972. «Siempre vamos a tender a ser una mezcla de muchas cosas. No somos un grupo de fusión. Más bien hacemos un collage tosco de tijera, pegamento y fotocopias. Cogemos cosas muy puras y las juntamos para que no resulte demasiado viciado, con un puntito clásico y transgresor, entre lo refinado y lo visceral, entre el pincel y la brocha gorda», explica Vielba cuya música coquetea con el folck, el hard rock, el punk, el blues, el country y la psicodelia. «Estamos muy contentos con nuestro sonido y seguimos ahondando en él», reconoce el vocalista que espera seguir en la carretera por mucho tiempo. «Queremos hacer música lo mejor posible y compartirla. Damos conciertos por el placer de hacerlo, como el que tocaba en los honky tonks, que iba con la guitarra en la parte trasera del coche para ir de sitio en sitio».

ESTRELLAS ARTESANAS Según Vielba, las bandas de éxito ya no gozan de lujos como las de los años 70. «Lo que toca es estar todo el día en la carrera, con los pies en el escenario y en la tierra. Ahora nadie se forra y se trabaja muy duro». El artista dice esta circunstancia propiciará que muchos «pintamonas» abandonen la música.

(Carmen Delia Aranda, www.canarias7.es)

jueves, 17 de febrero de 2011

Arizona Baby en la Sala Wah Wah

El pasado sábado día cinco actuaron en la ciudad de Valencia las bandas, hermanadas por temática y estética, Arizona Baby y Los Coronas. El caso es que recalaron en la sala Wah Wah, que con su reciente remodelación se hacía un tanto más cómoda y adecuada para disfrutar de buena música. Son pocos los cambios, un pilar menos, una barra que cambia de sitio y pequeñas cosas por el estilo que provocan que el espacio se haya vuelto más diáfano y con más facilidades para seguir a los artistas desde cualquier rincón del local. Por otra lado, el sonido fue excelente y pudimos disfrutar una gran noche de rock.

El caso es que el núcleo duro de corazones hambrientos, acompañado por sus fieles seguidores y mi bella mujer, nos acercamos a ver qué era lo que se cocía con el asunto ese de Dos bandas y un destino. El título de la actuación no podía ser más elocuente como adelanto de lo que nos íbamos a encontrar; rock sureño, western y un toque surfero que parafraseando el clásico de Redford y Newman nos llevaba de la mano hasta los sonidos más profundos de América. El problema que quizás no recordaban estos voluntariosos músicos es que los dos personajes de Dos hombres y un destino, título que toman como referencia, acababan muertos y este es un peligro, en el ámbito sonoro, con el que pueden encontrarse. Después explicaré este asunto, ahora me ceñiré a lo estrictamente musical.

La propuesta es sencilla. Los Arizona Baby no tienen bajista y Los Coronas no tienen cantante, parece que este asunto tiene fácil arreglo pues no tienen más que fusionar ambas formaciones. Sin embargo, la cosa no resulta tan sencilla. La actuación comienza de manera conjunta, todos los músicos en el escenario arremetiendo con un par de versiones que comienzan a calentar el ambiente. En este sentido el cantante de los Arizona maneja de manera prodigiosa su voz y sabe como levantar al público, destacó como gran maestro de ceremonias y cantante. Después ya se da paso a cada uno de los shows particulares, comenzando por los Arizona Baby que ponen sobre el tapete su único trabajo de manera prácticamente íntegra. Se presentan los tres miembros del grupo con un look western zarrapastroso, con enormes barbas y melenas y enseguida te dejas llevar por el soniquete de esta banda que rinde pleitesía a todo lo que huela a Estados Unidos. Destaca el cantante, que también hace las veces de guitarrista rítmico, y que maneja el tempo de la show. Se trata de un tipo que tras su frágil y desgarbada apariencia esconde un torrente de voz que manipula a su antojo para dotar de todo tipo de matices su actuación. Suena, sin lugar a dudas, todavía más redondo y completo que en el disco de estudio. Después está el señor Marrón, así es como lo presentaron, que se encarga de la guitarra solista. Lo de este tío difícilmente puede describirse con palabras, es una animal de la guitarra que realiza todo tipo de florituras con una acústica que hace sonar limpia y clara a pesar de los increíbles arreglos que hace a toda velocidad. Sin duda de los mejores músicos a los que he podido escuchar en directo. El último componente, encargado de la percusión, pasa más desapercibido pero resulta del todo necesario para el buen hacer del conjunto. Sin duda son unos tipos bragados en lo de los escenarios y se les ve con una propuesta que, aunque manida, es sólida y contundente.

Después vuelve a realizarse un baile de músicos y salen Los Coronas a actuar. Estos caen también en el rollo western pero con un toque hortera, a lo Dolly Parton, que desata un tufillo un poco rancio. De todas formas en seguida se ve que es una buena banda que combina un repertorio propio con versiones como Surfaris o Tito y Tarantula. Los problemas que tienen, para mi gusto, es que sus composiciones se hacen interminables y dan la sensación de caer en un bucle que solo se rompe con las paridas que el frontman suelta de vez en cuando sin venir a cuento. En definitiva, se me hizo bastante más pesado que los Arizona Baby.

Por último, a estas alturas ya habían superado las dos horas de concierto, vuelven a juntarse los dos conjuntos para terminar con unas cuantas versiones que son el colofón de la actuación. Aquí destacaron el par de temas de los Dead Kennedys, abanderados del punk americano de los ochenta, que adaptaron al peculiar estilo western de la noche.

Realmente fue una buena noche en la que disfruté de gratas sorpresas pero, siguiendo la analogía con el clásico Dos hombres y un destino, considero que los Arizona Baby deberían desvincularse de Los Coronas si no quieren terminar como Butch Cassidy y Sundance Kid; muertos al ser arrastrados a un final trágico.



(Nacho Valdés, corazoneshambrientos.blogspot.com)

miércoles, 9 de febrero de 2011

Una fusión perfecta de dos bandas de oro

Los Coronas y Arizona Baby, dos bandas que ya por separado se dedican a hacer guiños seductores y a flirtear con los amantes de la buena música, decidieron hace ya unos meses unificar sus armas sonoras y comenzar una gira conjunta por gran parte de la geografía española promulgando sus sonidos surf de los 50 y los 60, rock y mucho buen rollo.

Dos bandas y un destino, es uno de los mejores proyectos que han nacido intramuros desde hace mucho tiempo. El destino, trajinarse a un público fiel y perdidamente seducido por unos sonidos genuinos y originales de estas dos grandes bandas. Intercalan temas propios de cada banda y temas conjuntos como “too drunk to fuck” por ejemplo. Unos entran al escenario y otros salen, un show dinámico y divertido. Es, en definitiva, una fusión perfecta de dos bandas de oro.

Los niños nacen con un pan bajo el brazo, -dijo un cachondo mental- en el caso de Fernando Pardo (director de orquesta de Los Coronas o Sex Museum entre otros cuantos) nació sin duda alguna con una guitarra. Claramente influenciados por la música de Dick Dale, los Ventures o LosShadows, este quinteto madrileño es el mayor exponente de la música surf instrumental en España. Como sacados de una película de Sam Pekinpah o Sergio Leone, Los Coronas han sabido explorar los sonidos más puros del surf instrumental, hacerlos suyos y fusionarlos con los ritmos y sabores hispanos. El resultado de ello es el último álbum de estudio “El baile final” publicado en 2009, con el que han conseguido ese sonido fronterizo que tanto recuerda a las composiciones del gran Ennio Morricone.

Yevhen Riechkalov, encargado desde el 2009 de la sección de vientos (anteriormente Óscar Ybarra -trompetista de Marlango-) ha dado una vuelta de tuerca al sonido de la banda inyectando toques de pasodoble y rumba. Divertido cuanto menos, es un sonido que según afirman los componentes, llevaban buscando hacía tiempo. Con ésta incorporación, la banda ha adquirido un sonido más original, maduro y propio con el que se muestran muy contentos y lo demuestran en sus conciertos.

Desde que “El baile final” vio la luz, la banda ha girado por la geografía nacional y parte de Europa. Por experiencia propia, Los Coronas tienen un directo jugoso, añejo y feroz que desata las sensaciones y provoca que uno se sienta protagonista de un imaginario film western.

Gracias a ellos, bandas jóvenes como Acapulco Riders o Dirty Surf entre otras tantas, han reorientado estos sonidos americanos de mitad de Siglo XX, para transformarlos en un sonido actual, renovado y altamente adictivo.

Afrontan la realidad musical con destreza y aplomo. Saben que el directo lo es todo en el panorama actúal de la música, por eso entregan todo lo que saben es sus directos.



Por otro lado, el 50% restante de dos bandas y un destino, Arizona Baby, es una banda de Valladolid formada en 2003 que ha ido creciendo a la sombra y viven ahora un merecido apogeo que muchos desearían. Javier Vielba (voz), Rubén Marrón (guitarra) y Marcos Úbeda (rítmica), giran actualmente junto a Los Coronas por España presentando su segundo disco “Second to none” publicado 2009 bajo el sello Subterfuge.

En el 2005 apareció su primer disco,“Songs to sing alone” , un disco autoeditado con el comenzaron su imparable carrera musical y con el que se patearon media España presentado sus composiciones acústicas. Ya en el año 2009, su nombre apareció en festivales con empaque como Sonorama o Ebrovisión y hace pocos días que se ha confirmado su presencia en unos de los festivales más internacionales de nuestra geografía, el Azkena Rock Festival, donde compartirán escenario con bandas como Ozzy Osbourne, Bad Brains, los reunificados Kyuss o Clutch. ¡Este festivalpromete!.

Estas bandas son la muestra de la evolución de la música en este país, es el ejemplo de cómo las bandas rompen con los supuestos “cánones” musicales impuestos desde hace tiempo y la seriedad con la que se encaran los proyectos, en esta tumultuosa época que ha tocado vivir.

Si aún no has tenido la oportunidad de acudir a uno de sus bolos, desde Achorock, te animamos a que disfrutes de estas dos bandas y te embriagues con sus sugerentes melodías.



(Jose M. Ruiz, www.achorock.com)

martes, 8 de febrero de 2011

Arizona Baby en el Azkena Rock festival 2011


Arizona Baby repite presencia en el Azkena este año, pero esta vez dentro de la programación oficial.

El Azkena Rock Festival ya tiene nuevos artistas confirmados. Siete incorporaciones lideradas por Brian Setzer, que completan Bright Eyes, Primus, Band Of Horses, Arizona Baby, Jukebox Racket y The Riff Truckers.

Los vallisoletanos Arizona Baby son una banda que ha protagonizado la mayor eclosión que el rock estatal ha vivido en los últimos años. Autoeditaron su primer trabajo, ‘Songs To Sing Alone’, en 2005 y en 2009 publicaron ‘Second To None’, un segundo disco que les consagró como una banda a tener muy en cuenta. Tras actuar como banda invitada de Quique González en el concierto de presentación del ARF 2010, este año pisarán el escenario de Mendizabala por primera vez.

AZKENA ROCK FESTIVAL 2011, 23, 24 y 25 Junio en VITORIA-GASTEIZ Recinto Mendizabala; Precio: 85 € + gastos; Puntos de venta: www.ltinews.net, Red Ticketmaster, www.ticketmaster.es, 902 15 00 25, FNAC, Carrefour, oficinas Halcón Viajes.


(norterock.nortecastilla.es)

lunes, 7 de febrero de 2011

La arena del desierto y el agua del mar


Pasadas las 22.00 horas, un sonido nos hace dejar la conversación para percibir que las imágenes que comienzan a proyectarse sobre la pantalla del fondo de la sala anticipan la introducción con la que da inicio la actuación entre Arizona Baby y Los Coronas. Mientras el mensaje del vídeo de presentación de Dos Bandas y Un Destino llega a su conclusión, Javi Arizona comparece sobre el escenario desenfundando su guitarra y arrancando con los compases de “Buenas Tardes Amigo” de Ween.

A su espalda, se suceden las imágenes de westerns antiguos mientras la canción progresa y los forajidos de Arizona Baby & Los Coronas ocupan el escenario. La Sala Óxido se convierte en el OK Corral alcarreño, donde un trío convenientemente ‘arizoneado’ de amish electroacústicos, ataviados con su sobriedad característica únicamente quebrada por ‘ostentosos’ sombreros de copa; mide fuerzas con un quinteto de jinetes de las olas, de camisa rojo diablo y sombrero de cowboy.

Dos cuadrillas enfrentadas y capitaneadas por dos de los forajidos más lenguaraces y locuaces de este lado del Atlántico: Javi Arizona y Fernando Pardo. Aunque, por su condición de vocalista, el reverendo vallisoletano se encarga de ejercer de maestro de ceremonias, intentando involucrar a la audiencia.Sin embargo, más que un duelo de pistoleros, la gira Dos Bandas y Un Destino lo que ofrece es una relación pacífica y simbiótica entre dos elementos aparentemente enfrentados: la arena del desierto y el agua del mar. Una simbiosis que empieza a gestarse con la apertura con “Buenas Tardes Amigo”, donde a modo de calentamiento, los ocho músicos se ajustan y fusionan para enlazar con la adaptación de “Everybody Knows This Is Nowhere” de Neil Young. A cuya conclusión, Los Coronas dejan solos a los hermanos Arizona para que encaren su repertorio habitual.

Tres licenciosos creyentes de la religión del rockandroll, barbudos bebedores de cerveza, que transmiten la fuerza de sus composiciones acústicas apoyados visualmente por imágenes de duelos al sol, peleas de salón y bailarines del midwest. A lo largo de la actuación, la selección de las imágenes y su coordinación con lo que sucede en el escenario es digna de mención.
Con Rubén y Hermo sentados respectivamente al mando de un Winchester 73 en forma de guitarra y una batería básica, ejecutan los ritmos ‘arizoneados’ de “The Truth”, “Ouch”, “Dirge”, “Muddy River” y “X’ed Out”, mientras ceden el protagonismo escénico a Javi, que invita, que provoca, que recorre el escenario de un lado a otro, que complementa la música con su voz y al que sólo le falta decir “sólo me lo arrancarán de mis manos muerto” cuando eleva su guitarra.
Tras la nube de polvo del desierto de Arizona Baby se vuelve a divisar las figuras de los cuatreros de olas. Es el turno de “Runnaway”, incluida en su EP conjunto, donde empieza a verse cierta complicidad con el público, que tímidamente hace los coros del tema de Del Shannon. Un EP y una gira conjunta que surge del siguiente paso en el repertorio: “Shakin’ All Over”, la primera canción que interpretaron de manera conjunta y espontánea sobre un escenario.
Arizona Baby cede el testigo a Los Coronas que con “Jinetes Radioactivos” comienza su sesión instrumental que vuelve a repasar ese repertorio sólido, sin fisuras, que se mete al público en el bolsillo con aparente facilidad. Suenan “Youza”, “Supertubos”, “Polk Salad Annie”, … La adaptación de “Flamenco”, de Los Brincos; es especialmente jaleada por la audiencia al igual que reconoce el trabajo del trompetista, que le confiere a su música un aire fronterizo muy adecuado para esta velada.

Una versión acelerada y cantada por Loza, el batería, de “Pushin’ Too Hard” de The Seeds da paso al regreso del trío barbudo para que el grupo salvaje encare “Mr. Soul”, de Buffalo Springfield, cuyo riff principal acercan al “Satisfaction” de Rolling Stones. “Supernaut”, de Black Sabbath, eleva las pulsaciones que son rebajadas por esa trágica balada del engañado titulada “La cárcel de Sing Sing”. Con “Wish You Were Here”, de Pink Floyd, llega el momento álgido que da paso a una interrupción, la primera en casi horas.

La banda reaparece en escena para ‘arizonear’ “Secret Agent Man” y posteriormente, ‘coronear’ esa “mala pécora” llamada “Shiralee”, entre la que intercalan “Surrender” de Elvis. Con el alcohol insuflando ánimo del respetable llega “Too Drunk to Fuck” y otro ‘clashico’ del punk, aunque original de Bobby Fuller, “I Fouth the Law”, para cerrar su actuación entre una fuerte y larga ovación.


(Carlos A.S., www.todomusicarock.org)