martes, 30 de noviembre de 2010

Arizona Baby ¡¡¡en México!!!


Arizona Baby realizan un paréntesis en la exitosa gira “Dos Bandas y Un Destino” para ofrecer una serie de conciertos en México, donde se encontrarán presentando su aclamado “Second to none” (Subterfuge) a lo largo de una intensa semana.

Con la llegada del año nuevo y tras un 2010 repleto de éxitos, Arizona Baby retomarán su gira junto a Los Coronas e irán alternando estas fechas con suyas propias. En primavera actuarán en Alemania.


ARIZONA BABY& LOS CORONAS. Gira “Dos Bandas y un Destino”

- Jueves 23 de Diciembre. Logroño Sala Modus.

- Miércoles 29 de Diciembre. León Sala Studio 54.

- Sábado 8 de Enero. Miranda de Ebro (Burgos) La Fábrica de Tornillos.

Fotografía de Iñigo de Amescua (www.blueindigostudio.com)

(www.inzona.es)

lunes, 29 de noviembre de 2010

Una bicefálica y auténtica bendición para los amantes del rock’n’roll

Se veía venir, cuando dos bandas pasan por un momento tan dulce y deciden unir sus fuerzas, sólo puede salir algo bueno, algo realmente bueno. Los Coronas llevan casi veinte años dando el callo, peleando contra viento y marea, surfeando por el Manzanares a lomos de sus Stratocaster, viviendo prácticamente a la sombra de Sex Museum… hasta que hace un par de años la diosa fortuna les sonrió e incluso Little Steven intentó ficharles para su sello, o viceversa. No faltará algún memo que pueda pensar que Arizona Baby nacieron de pie o con un pan debajo del brazo, pero aun sin la veteranía de los madrileños tampoco son precisamente unos recién llegados. Llevan años en el ajo y miles de kilómetros en las ruedas de su furgoneta, porque se patearon nuestro país defendiendo su primer álbum, curtiéndose sobre las tablas. Finalmente han conseguido que su poderoso rock acústico haya sido aclamado por todos. Da igual que las tres cuartas partes de su público sea el mismo que el de Russian Red y que se enteraran de que existió un tipo llamado Johnny Cash cuando se estrenó “En la cuerda floja”. Ellos no tienen la culpa. Arizona Baby conocen perfectamente el terreno que pisan, tienen canciones enormes y sus conciertos son realmente antológicos. Por eso mismo “Dos bandas y un destino” es una bicefálica y auténtica bendición para los amantes del rock’n’roll. Por un lado está el homónimo doble epé que han grabado juntos, cuatro versiones que marcan cuatro puntos cardinales: “Wish You Were Here” de Pink Floyd, “Runaway” de Del Shannon, “Too Drunk To Fuck” de los Dead Kennedys y el bolero “La Cárcel de Sing Sing” del colombiano Alci Acosta… Ellos, en realidad están en el medio, ejerciendo de agujero negro que absorbe cualquier canción para escupirla con un sonido verdaderamente especial, que combina los elementos de las dos bandas, pero sin llegar a sonar a ninguna de ellas. Evidentemente sonaron esos cuatro temas en el concierto madrileño de la gira “Dos bandas y un destino”; fue en la recta final, cuando la gente ya estaba en pleno éxtasis tras una auténtica orgía sonora que culminaron con una brillante versión del “I Fought The Law” de Bobby Fuller.

La fiesta había comenzado un par de horas antes, cuando Javi Arizona invitó a subir al escenario a sus siete compañeros de aventuras. Juntos abrieron la velada y tras versionar el “Everybody knows this is nowhere” Neil Young los Arizona —tocados con chisteras y con aspecto de predicador chungo de un spaghetti western— se hicieron amos y señores de las tablas para interpretar un puñado de sus canciones: “The Truth”, “Ouch” y “Muddy River”, entre otras… La garganta de Javi rugía con fuerza y tras pedir una buena dosis de “zumo del talento” fue solicitando la presencia de Los Coronas: primero el bajo de Javi Vacas, después las implacables baquetas de Loza y finalmente se encontraban nuevamente los ocho sobre el escenario. Acabaron pasando por su filtro ¡incluso a Black Sabbath! La acústica del Señor Marrón engranaba con los espasmos eléctricos de los Coronas, el contundente baquetear de Loza quedaba blindado con la percusión de Hermo y la fusión de ambas bandas quedaba bautizada como Los Corizonas. Los malasañeros hacía años que musicalmente habían abandonada la soleada California, las Strato habían dejado paso a otras guitarras menos cristalinas, Gretsch, y su periplo sonoro por el sur de Estados Unidos había terminado cerca de la frontera, en un punto imaginario entre Nuevo México y Texas. De las playas doradas al árido desierto pasando por la pantanosa Lousiana, a la que rindieron tributo a golpe de un “Polk Salad Annie” que fundieron con “Susie Q”, con David Krahe y Fernando Pardo destilando la clase de James Burton y evidenciando que Los Coronas van tan sobrados que podrían ejercer de banda de acompañamiento de cualquiera. Con ellos hasta Ryan Adams parecería un tipo viril, Nancy Sinatra se convertiría en una pantera y Tina Turner patearía el culo de Beyonce. Los que en los noventa les vimos convertir en himnos surferos al “Enter Sandman” o el “Smell Like Teen Spirit” sabemos de lo que son capaces ¡incluso de que la gente corease el “Flamenco” de Los Brincos! Fernando —que hasta entonces había permanecido en un discreto segundo plan, tras un tremendo Javier Vielba que ejerció como maestro de ceremonias— desplegó su verborrea mientras una cómplice pantalla gigante escupía imágenes en perfecta sincronía con sus chascarrillos. Atacaron el “Misirlou” de Dick Dale y recibieron a los Arizona para que Loza pusiera voz a un ácido “Pushing Too Hard” que precedió al “Secret Agent Man” y también a un contagioso “Shiralee” que Los Coronas, desgraciadamente, no consiguieron elevar a otra dimensión. No era sencillo.

Juntos demostraron que, a falta de poder innovar, al rock todavía le queda un largo recorrido cuando el talento se pone al servicio de la imaginación, incluso que todavía puede conquistar a unos cuantos cientos de almas en cada ciudad española. Les sobra convicción y oficio y consiguieron hacer bailar a una abarrotada Joy Eslava. Aseguraron que a la gira le quedaban todavía seis meses. Ojalá sea cierto y si pasan cerca de tu ciudad no lo dudes…



(JF León, blogs.antena3.com)

Rollo salvaje oeste. Salvaje, salvaje.


Ocho músicos en escena y dos horas de buen rock. Arizona Baby y Los Coronas han puesto el listón muy alto en este Wild Winter 2010. Las dos bandas se juntaron sobre el escenario para dar sobre todo espectáculo, incluso más allá de lo púramente musical. Irrepetible. Unas pantallazas a los lados del escenario con lo mejor del género western desde los primeros acordes. dejaban claro que aquello iba a ser distinto. Rollo salvaje oeste. Salvaje, salvaje.

Ambos grupos se presentaron juntos ante la sociedad musical malagueña, tocando tres temas mano a mano, antes de que Los Coronas abandonasen el escenario para dejar a Arizona Baby solos ante el peligro. Los de Valladolid, al ritmo de la guitarra del virtuoso 'señor Marrón', desgranaron lo mejor de su Second To None.

Los Coronas volvieron canción tras canción, poco a poco, a invadir el escenario. Los Coronas, con mucha más carretera que Arizona, metieron el ritmo en el cuerpo al público, con su Fernando Pardo (ex Sex Museum) a la cabeza. Mucho feeling en una sesión de baile que escapaba de tópicos techno, para viajar por los senderos del surf fronteriozo.

Los madrileños Coronas, vestidos como para un rodeo, hermanados con los vallisoletanos Arizona, rollo mormón. Duelo de guitarras al anochecer, demostrando que son 'Dos Bandas y un Destino', como esgrime el lema de su gira. Su finalidad, disfrutar. Baila o disparo. Sin tregua y sin respiro. Bang, bang.

(Ángel de los Ríos, blogs.diariosur.es)

viernes, 26 de noviembre de 2010

Arizona Baby seduce en SalottoLive

El trío de rock añejo ofrece un concierto en el que no faltan palmas, coros cantados por el público y botellas de vino que se acaban... Y esto pasó en el salón de una casa en Madrid. La cosa acabó con almohadas desperdigadas.

Una de las mayores juergas vividas por los miembros de Arizona Baby tuvo lugar el año pasado en Café Teatro, un lugar de encuentro mítico en la noche de Valladolid. A las cuatro de la mañana, sus dueños bajaron el cierre y ahí se quedaron hasta la madrugada los miembros de este trío vallisoletano, junto a Xoel López (Deluxe), que sacó una guitarra con sólo cinco cuerdas, con la que estuvieron cantando canciones de los Who, los Beatles y otros clásicos del rock. “Ese sitio es mítico. Se lían bien gordas. Que cuenten Pereza cómo fue su última juerga ahí”, suelta enigmático y con una sonrisa Javier Vielba, el barbudo vocalista, guitarrista y líder, de 31 años, de esta banda revelación, que no ha parado de tocar el último año, tras salir su segundo y último disco Second to none (2009).

Estamos en un concierto de SalottoLive by 500 y ROLLING STONE. No hay ningún cierre echado, hay más instrumentos que una guitarra destartalada y la noche no ha hecho más que empezar. Pero la estampa aquí no es menos singular que la descrita por el vocalista: nos encontramos en el amplio salón de una casa, en pleno centro de Madrid. Los instrumentos y los micrófonos están colocados en el suelo. No hay escenario. Un centenar de espectadores espera a que empiece a sonar el rock austero y añejo de este grupo, conocido, además de por sus enormes barbas (hay fans que se las ponen postizas en sus conciertos), por no utilizar guitarras eléctricas. Sólo tocan con acústicas. El dueño de la casa se mantiene tranquilo a un lado del escenario, ejem, de su salón. “¿Si me preocupa que se vayan a estropear mis cuadros? No, qué va, confío en la buena fe de la gente”, responde Enrique García Lozano, artista y dueño de esta casa. En las altas paredes del amplio espacio, en el que también pinta, están colgadas sus obras. El ambiente es familiar y de trato agradable.

“Antes ha pasado aquí al lado el batería de Arizona Baby, he estado a punto de decirle algo pero me echado para atrás”, suelta Álvaro, estudiante de 19 años. Él es uno de los ganadores de los concursos organizados por SalottoLive, Fiat y ROLLING STONE, para ver a Arizona Baby en este salón. Su hermano, Ricardo, un año menor, explica la devoción que sienten ambos por el trío: “Vimos a Arizona Baby hace una semana, aquí en Madrid, en una sala grande y estuvo genial. Pero hoy creo que va a ser más especial”. Pocos minutos después arranca el concierto y los dos hermanos miran con atención. El grupo suena rodado y la sobriedad del entorno juega a favor: su rock sencillo y clásico, con su solvencia instrumental, funciona sin luces ni humo ni otros efectos escénicos. Junto al vocalista y guitarrista están Rubén Marrón (también guitarrista) y Hermo (batería y percusiones); los tres se centran en los temas su segundo y último disco. El cantante ejerce de centro de atención: es dicharachero, agradecido y se salta el guión. “¿Alguien me puede traer más vino?”, reclama, con el vaso vacío tras la segunda canción; después de la sexta, agarra la botella directamente. El público, sentado sobre almohadas en el suelo, da palmas, ríe y canta (sobre todo en el estribillo de Shiralee, tema más popular de la banda).

SalottoLive nació hace casi cuatro años, en Florencia (Italia). La idea de acercar músicos a su público llevó a Paola Lafelice, una de las cabezas de esta marca, a organizar una actuación de la cantautora Vanessa Peters en su casa. La cosa se fue de las manos. “Para la segunda hubo que buscar un lugar más grande”, cuenta riendo la ideóloga. SalottoLive creció: llevan organizados 70 conciertos en diferentes ciudades italianas (Milán, Verona, Génova...) y su expansión internacional ha empezado. Este directo de Arizona Baby es el segundo bajo este nombre en nuestro país: su desembarco aquí fue el pasado abril, con Love of Lesbian tocando en la casa de un arquitecto, también en la capital. Una peculiaridad de estos conciertos es que sus asistentes desconocen dónde van a tener lugar hasta el último momento: pocas horas antes de celebrarse se les comunica por mensaje de móvil. A su carácter reducido e itinerante, Paola añade otro distintivo:”El público está callado, escuchando”, recalca.

Aunque las palabras de Paola no son del todo ciertas: cuando Arizona Baby termina su concierto con una versión de Lucille, el salvaje rock and roll de los 50 y clásico de Little Richard, nadie está sentado en suelo: los presentes bailan y siguen los coros del cantante. Las almohadas están desperdigadas, mientras Arizona Baby dan los últimos acordes, con sus guitarras en alto. El público abandona el salón, los cuadros mantienen, impolutos, su sitio (para satisfacción del dueño de la casa) y los dos hermanos concursantes, Álvaro y Ricardo, sonríen, mientras salen por la puerta principal. “Soy guitarrista y ha sido un placer poder ver cómo tocan, desde tan cerca. Son unos monstruos”, dice el mayor de los hermanos.

(Ivar Muñoz-Rojas, www.rollingstone.es)

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Arizona Baby y Los Coronas en Joy Eslava

  • MordorSonoro.blogspot.com - Los Coronas y Arizona Baby. "Dos bandas y un destino". En Mordor Sonoro esto ya lo sabíamos e intuíamos que iba a ser algo grandioso y ellos nos lo confirmaron el pasado jueves en la madrileña sala Joy Eslava ¡Y de qué manera!.[leer entrada completa]
  • ElGiraDiscos.com - Mucha expectación generó ayer en Madrid el paso de la gira “Dos bandas y un destino”, con un llenazo total en una sala en la que casi no se podía ni respirar. Todo un acierto la unión de estos dos grupos en la que se suma la veteranía, ideas, frescura y actitud. Además “Dos bandas y un destino” será también el nombre de un doble vinilo que se pondrá a la venta próximamente.[leer entrada completa]
  • Jenesaispop.com - Juntos pero no revueltos en el escenario interpretaron versiones y canciones propias de cada banda acompañadas de proyecciones que olían a Lejano Oeste, a Nashville y a Nueva Orleans, a despiadados asesinos, a vicio, a jinetes solitarios, a rugido de motores y a surf. [leer entrada completa]
  • LaChispaAdecuada,blogspot.com - Hacía tiempo que un concierto no me dejaba tan sorprendido como el de ayer. ¡¡Que espectáculo! ¡Que contundencia! ¡Que buen hacer sobre el escenario!. Sin duda un concierto magnifico, con una genial puesta en escena, con una entrega exquisita de ambas bandas, con muy buen sonido y con un público sin duda entregado a estos dos geniales grupos: Arizona Baby y Los Coronas.[leer entrada completa]

Arizona Baby y Los Coronas arrasan en la gira


Dos Bandas y Un Destino es el nombre de la gira que ha unido a Arizona Baby y Los Coronas, y con la que han conseguido reventar las salas de todo el Estado.

Entre el 3 y el 11 de diciembre, Arizona Baby comenzará su gira mexicana que les llevará a México DF y Guadalajara, tras la cual comenzarán una segunda ronda de actuaciones que se iniciará el 8 de Enero en Miranda De Ebro (Fábrica de Tornillos) y les conducirá, alternando con conciertos de ambas bandas cada una por su cuenta, hasta finales de Marzo.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Noche de rock con sabor a surf, frontera y clásicos


Arizona Baby y Los Coronas, o lo que es lo mismo, Los Corizonas, traían anoche su gira Dos Bandas y Un Destino a Madrid. Fue una noche de rock con sabor a surf, frontera y clásicos, muchos clásicos. Lleno total en Joy Eslava, con un público en el que predominaban los treintañeros pero también había savia nueva para el rock, y más de un nostálgico.

Ambas bandas ya tienen acostumbrados a su público a un sonido único e impecable, marca registrada en cada caso. El desafío era fundir ambos sonidos en algo nuevo y que gustase por igual a los fans de una y otra banda.

Como ya se ha notado, han sabido dar con un punto de encuentro en un repertorio clásico, pero admirablemente escogido y, en la mayoría de los casos, muy bien adaptado. Junto a esto y para acabar de dar forma al show, una selección de los mejores temas de cada Grupo Salvaje, con guiños y versiones cruzadas. Aunque no tenía el cronómetro en la mano, tuve la sensación de que Los Coronas (veteranía manda), pasaron mayor tiempo sobre el escenario.

También añadiría que en ciertos momentos de "todos sobre el escenario", los vallisoletanos no llegaron a estar tan sueltos como sus anfitriones madrileños, quizá por la presión de la ocasión y la plaza, excepción hecha de Javi Vielba, claro, que es un frontman en estado puro, que podría estar cómodo hasta en un escenario sobre un témpano en el Polo Norte.

¿Y cómo sonó esta nueva banda de ocho forajidos? Menos surf que Los Coronas (Fernando Pardo y David Krahe cambian sus Fender características por un par de Gretsch mucho más cálidas), y más contundente y psicodélica que Arizona Baby. Un tema que puede definir el "sonido Corizona" es su versión del ’Supernaut’, que es como coger a los Black Sabbath y llevarlos a la frontera de Texas y México. Inconmensurable.

Arizona Baby y Los Coronas también estaban condenados a entenderse por otra importante característica común, cuidan con tanto esmero su sonido como su puesta en escena, de forma que la fusión de las dos bandas, y en un escenario como el teatro Joy Eslava, tenía que ser un divertisímo espectáculo, y lo fue. Desde las tablas de skate o los impecables trajes de tahúr de los Arizona, hasta las imágenes que desfilaban por la enorme pantalla que presidía el escenario.

Una amalgama de referentes, un universo visual prefectamente definido y reconocible que acompañaba a cada tema: el desierto de Monument Valley y la intro de Lone Ranger, fotogramas de ’Perros callejeros’ y sus míticos 124s a toda pastilla, o los platillos volantes de serie B de los 50. A este cronista le encantó particularmente el montaje que acompañó a ’Polk Salad Annie’, los hombres que estuvieron en la sala sabrán bien por qué.

Del repertorio, destacar la acogida que dio el público a ’Runaway’, ’Jinetes radiactivos’, ’Flamenco’, ’Wipe Out’ y, por supuesto, ’Wish You Were Here’, cuyo estribillo coreado por el respetable debo reconocer que me puso la carne de gallina. A partir de ahí ("lo mejor está por llegar" dijo Javi Vielba), la apoteósis. Una traca final iniciado con el momento tarantinesco de ’Misirlou’, seguida por un hit de cada banda, ’Secret Agent Man’ (con Javi a la voz) y ’Shiralee’, con la que Arizona Baby y sus secuaces eléctricos acabaron de encender la sala.

Quedaba la explosión final. La gamberra y muy celebrada ’Too Drunk To Fuck’, emprendida al grito de "Da igual lo pedo que vayáis, hay que intentarlo", y una sorpresa final que no desvelaremos, tema clásico y que ni pintado para devolver a los corrales a estos ocho forajidos.

Dos Bandas y Un Destino es rock, palmas, sudor y diversión. Saliendo del teatro, no me quedaba duda de que el calor generado por Los Corizonas tardaría mucho en desaparecer, y de que me apuntaría a otra sesión de lo mismo sin dudarlo por un instante.

(Señor Lobo, www.bandalismo.net)

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Arizona Baby en "Acordes Urbanos"

Inicialmente planificado para el campo grande, el vídeo de Arizona Baby grabado en el mítico Pasaje Gutiérrez de Valladolid que a continuación os presentamos es uno de los más especiales. Y decimos especiales de verdad ya que parece que fue el vídeo maldito (aunque al final es uno de nuestros favoritos). Tras varias intentonas de quedar con Javier Vielba y los suyos para grabar con Arizona Baby pudimos cuadrar una fecha y por fin lo conseguimos. Quedamos con ellos un día de Junio de 2010 en el campo grande de Valladolid pero parece que aquel día el destino no estaba de nuestro lado. Amaneció lloviendo como si fuese el juicio final. Rápidamente telefoneamos a Javi para buscar una alternativa y nuestras cabezas pensaron en el mismo emplazamiento, El Pasaje Gutiérrez. Ese lugar emblemático lleno de misterio que todo el mundo adora en Valladolid.

Allí nos dirigimos y, empapados, nostros y ellos, nos pusimos manos a la obra. Una vez solventado el problema lluvia nos surgió otro, niños… Séis niños aparecieron de la nada corriendo, chillando y riendo en el lugar donde íbamos a grabar… ¡El vídeo maldito! Pero todo tiene solución en esta vida. Carlos, experto en la materia, pactó con los chavales un silenco sepulcral a cambio de ver a un grupo de estrellas del rock tocando para ellos. Los infantes lógicamente accedieron y boquiabiertos contemplaron el mini-concierto privado que Vielba y el Sr. Marrón nos regalaron.

LLegamos a casa con la sensación del trabajo bien hecho a pesar de todas las trabas del día y dejamos capturando la cámara para ver el resultado final en pantalla grande pero, horror, con los ojos como platos nos quedamos cuando detectamos que, en medio de la captura del segundo tema, ‘The End of the Line’, hubo un error en la cinta (nunca reutilicéis cintas minidv) y no se habían registrado 15 segundos de vídeo y audio. ¡El vídeo maldito! Y además precisamente en el tema que Arizona Baby nos regaló en exclusiva y que no aparece en ninguno de sus discos…

Lógicamente nuestras cabezas empezaron a darle vueltas al asunto de cómo poder solucionar el asunto y, cuando parecía que todo estaba perdido… ¡bingo! La solución.
Decidimos otorgarle al vídeo un aspecto viejo, vintage, usado, como si fuese un film de los 60s y, para justificar esos 15 segundos que faltan en el segundo tema usar… bueno, ya lo veréis a continuación vosotros mismos, ¿no?

Para esta ocasión, decidimos utilizar un montaje de los 3 vídeos juntos homenajeando a las sesiones de varias películas de los auto-cines americanos de los año 60 son sus anuncios, interludios, defectos de celuloide, etc. así que, sin más dilación, aquí os dejamos con la compilación de los 3 vídeos que grabamos con la banda de folk-rock-country Arizona Baby en medio de la gira de su segundo disco, Second to None.

En la sesión están en este orden, ‘The Truth / The End of the Line / Mindful of Thoughts’.


http://acordesurbanos.com

cámara: Víctor Alonso
edición de vídeo y sonido: Víctor Alonso
sonido: Carlos Burguillo
producción: Acordes Urbanos
canciones compuestas por Javier Vielba
Arreglos: Arizona Baby
Todos los derechos reservados

Equipo:

vídeo: Canon HV20
sonido: Rode Video Mic
Postproducción: Final Cut Pro

martes, 16 de noviembre de 2010

Pero, ¡qué cosa más guapa!

Pero ¡qué cosa más guapa! El concierto a medias entre Arizona Baby y Los Coronas (si de los Arizona no había hablado había sido, más que por otra cosa, porque los tenía casi como teloneros. Y no) fue posiblemente el espectáculo de mi vida. Supongo que habría un par de conciertos que colocaría más arriba en mi lista por razones meramente sentimentales, pero ninguno puede compararse realmente a esta salvajada. ¡Qué versión del Shakin’ all over! Creo, sinceramente, que fue lo mejor que he escuchado nunca en directo.

No fueron primero unos y después los otros: empezaron todos juntos, luego tocaron solo los Arizona, después volvieron a ir entrando poco a poco Los Coronas para volver a tocar todos juntos; a continuación se marcharon los Arizona y al rato, de nuevo, ocho hombres sobre el escenario. Los mejores momentos fueron, sin duda, los de comunión de las dos bandas; durante esos segmentos tocaron versiones de canciones como Too drunk to fuck o I fought the law, o la emocionantísima revisión de Wish you were here.

Pero es que las composiciones propias de ambas bandas eran también temazos. Pegadizos. Vibrantes. Y ambos frontmen tenían una presencia escénica bastante destacable, y eran simpáticos y conectaban con el público; y el resto de componentes también caía bien. Emocionado salí de la Copera.

Ya no sé de qué otra manera decírselo para que me hagan caso: si la gira llega mínimamente cerca de ustedes, ¡vayan corriendo a verlos!

(La chispa de la vida, alfondoaladerecha.inclinado.org)

martes, 9 de noviembre de 2010

Concierto completo "Dos Bandas y un Destino"

Arizona Baby & Los Coronas - Runaway


Arizona Baby & Los Coronas - Wish You Were Here


Arizona Baby & Los Coronas - Shakin' All Over


Arizona Baby & Los Coronas - La Cárcel de Sing Sing


Arizona Baby & Los Coronas - Supernaut


Arizona Baby & Los Coronas - Too Drunk To Fuck


Arizona Baby & Los Coronas - Buenas Tardes Amigo


lunes, 8 de noviembre de 2010

Noche vaquera en Toledo

Como buen sustitutivo para un Twoday Festival cancelado vergonzosamente in extremis, la gira conjunta de Los Coronas y Arizona Baby tocaba suelo toledano. Ver a madrileños y vallisoletanos en lugar de pisar Madrid y Valladolid. No es lo mismo pero compensa. “Dos bandas y un destino” es el nombre que se han sacado de la manga para poner en los escenarios un proyecto común, iniciado para dar cancha al gustillo por las covers. Y de versiones y guiños históricos se nutrió buena parte del repertorio. Desde Enio Morricone hasta Bobby Fuller, pasando por Neil Young, Johnny Cash, Elvis, Pink Floyd, Black Sabbath, The Dead Kennedys y hasta Los Brincos.

De vaqueros de campo con camisa y sombrero de cowboy los primeros a vaqueros de ciudad con sobrero de copa, naipe y chaleco los segundos. La estética western (proyecciones incluidas) no es más que el condimento justo para un show en el que las dos bandas, lejos de exhibirse estancas, comparten un protagonismo fifty fifty sobre las tablas. Y fueron los números globales los que sorprendieron de verdad, competición de virtuosos (Javier Vacas al bajo, Fernando Pardo, David Krahe y Rubén Marrón a las seis cuerdas, Roberto Lozano y Marcos Úbeda a las baquetas, el ucraniano Evgeni Riechkalov a la trompeta) tocados por la varita de los ancestros, con un Javier Vielba desmelenado en su rol de maestro de ceremonias. Se atrevieron con todo: con recreaciones fidedignas de “Everybody Knows This Is Nowhere” de Neil Young o “Runaway” de Del Shannon, revisiones incendiarias de “Supernaut” de Black Sabbath o “Too Drunk To Fuck” de The Dead Kennedys, una “Wish You Were Here” de Pink Floyd llena de músculo, boleros en castellano y el clásico “I Fought The Law” para cerrar la noche con puntería de pistolero.

Pero también hubo tiempo de gloria exclusiva. El trío pucelano se estrenó con la suya, pescando los mejores cortes del magistral “Second To None” (2009), disco descubierto tarde pero degustado con fruición. “The Truth” (el señor Marrón sentando cátedra con un intro de velocidad descabellada), “Ouch!”, la muy Calexico “A Tale of The West” o “Dirge” hicieron las delicias de los que amamos con pasión, por primera vez en mucho tiempo, un disco más que excelente de una banda compatriota. La descompensación técnica provocó las quejas y disculpas de un Javi Vielba hiper-locuaz, y el set se hizo corto pese a rescatar también andanzas primogénitas (“Everything”). Y por cierto, tampoco se escapó la fenomenal e intratable “Shiralee”, compartida en octeto en los bises como si fuera un clasicazo más.

Los Coronas (Fernando Pardo dixit) ya están en cuarto de la escuela de rock. Es decir, entre los buenos. Con poco o nada ya que demostrar y tras años fieles a un formato que, más que encasillarlos, los convierte en maestros de referencia, demostraron que se puede llegar al respetable sin recitar un solo verso. “Jinetes Radiactivos” y “Big Wave Riders” (ambas de su último “El Baile Final de Los Locos y Los Cuerdos”) causaron estragos, y hasta se atrevieron con pinceladas de garage extremo, reggaeton y un órdago tronchante al “Flamenco” de Los Brincos. Sin peros y sin mancha. Solo cabe lamentar que prescindieran del particular homenaje a Fernando Fernán Gómez, ese grito de guerra que todos esperábamos repetir a pulmón partido: “¡A la mierda!”.

Dos bandas y un destino. Destino concretado en un homenaje entrañable al buen rock and roll, a los clásicos populares, a la diversidad y a la diversión. Dos bandas que se han visto las caras por casualidad para dejarnos un regalo de película. Que lo que el destino ha unido no lo separe el hombre.


(Mary García, curtainsmgb.blogspot.com)
También puedes disfrutar de otra crónica del concierto de Arizona Baby y Los Coronas en Toledo en myfeetinflames.wordpress.com

martes, 2 de noviembre de 2010

"Como los duelos del salvaje oeste"

Todo lo que apuntamos en vísperas de este acontecimiento especial se ha visto superado en un directo GRANDE (así, en mayúsculas). Grande por los 8 músicos que se dieron cita, y grande también por las casi 3 horas de buen rock que nos regalaron.

En la noticia en la que presentábamos la gira conjunta de estas dos bandas anunciábamos un espectáculo especial, quizás irrepetible, en donde las sorpresas serían lo único escrito en el hipotético guión.

En vísperas al concierto nos preguntábamos si tocarían todos juntos, por separado o un poco de ambas. Las dudas se irían resolviendo a medida que avanzaba el show, sin embargo, antes del comienzo todo eran incógnitas. Pocos nos imaginábamos que nos iban a someter a casi 3 horas de concierto, donde todos nuestros buenos presagios iban a ser cumplidos.

La música de Ennio Morricone daba el pistoletazo de salida, dando la bienvenida a los presentes al salvaje oeste. En ese momento recordé como Muse introducen esta misma Intro en directo para su épico “Knights of Cydonia”. Ambos grupos se presentaban así en sociedad, tocando un par de temas juntos, antes de que Los Coronas abandonasen el escenario para dejar a Arizona Baby solos ante el peligro. Los de Valladolid aceptaron gustosos el invite de hacer entrar en calor a la gente, y desgranaron, bajo el indiscutible liderazgo de la guitarra del “señor Marrón”, lo más selecto de su último LP, “Second To None”. Como recién llegados de los años 70, por estética y por sonido, imaginar su concierto en color sepia sería una buena forma de entender mejor su gusto sureño, sus constantes referencias a la América desértica. Las primeras y frenéticas notas de “The Truth” son una buena elección para ir abriendo boca. Se crecieron con “A Tale Of The West”, con “Muddy River” y con “Runaway”, encargada de cerrar su repertorio, mientras Los Coronas al completo ocupaban sus respectivas posiciones en el escenario.

De ahí al final, Los Coronas no se moverían ya del mismo, y su guitarrista Fernando Pardo se colocaría el cartel de maestro de ceremonias (ídem con sus Sex Museum), siendo el más extrovertido de los 8 protagonistas. El buen rollo que transmitía, tanto con sus esbirros como con sus enemigos íntimos de esta gira, era compartido por todos en el escenario, respirándose un feeling intenso, especial, idóneo para la jam sessión que les ocupaba.
Sin embargo, Fernando y los suyos salieron a romper, sin piedad (“Sin perdón” como diría Clint), olvidándose de Arizona Baby por completo, sin importarles lo más mínimo el derrotarles con autoridad sobre las tablas. Primero comedidos (“Libertwango”), luego vestidos de rodeo (“Jinetes Radiactivos”), para enfrascarse de toda su esencia (“Big Waves Riders”). El listón se estaba poniendo muy alto, algo que a nadie pareció importarle demasiado.

Tras casi dos horas de concierto, las caderas ya estaban más que engrasadas, y las pulsaciones adaptadas al ritmo que marcaba el adictivo surf rock que llegaba del escenario. Como atraídos por los encantos de Los Coronas, Arizona Baby volvían al escenario con ganas de contagiarse. Lo que quedaba, que aún era mucho, formaba parte del caviar de la noche.



Dos bandas y un destino. Tras flirtear en público, llegó la hora del cortejo. Se cruzaron de forma inevitable, fusionaron gustos, influencias, y pusieron todo su talento a disposición del oponente. Este particular orgasmo entre dos bandas desembocó en la versión bastarda del “Shiralee” de Arizona Baby, que fue de las más esperadas (y celebradas) de la noche.

Así fue como el mestizaje se apoderó del duende de Triana, del carismático pop de Los Brincos, del stoner de Black Sabbath, del rock psicodélico de Pink Floyd, del surf primerizo de The Ventures, y hasta del punk de Dead Kennedys (de los que tocaron dos temas, con el clásico “Too Drunk To Fuck” para cerrar).

Fueron casi tres horas de concierto, sin tregua, sin respiro, como los duelos del salvaje oeste. No será el mejor concierto al que asistas, pues los 8 músicos que pisaron el escenario se olvidaron de todo tipo de ataduras y se limitaron a disfrutar (y por ende, hacer disfrutar) a un público entregado desde el principio.

Para finalizar, un consejo para aquellos afortunados que tengan una entrada para esta gira. No asistan al concierto a examinar a unos y a otros, pues no será el momento ni el lugar para medir a estos dos grupos de culto, ya que en esta gira conjunta, ni Los Coronas, ni Arizona Baby se enfrentan a “su” público, sino al de ambos.


(www.todaslasnovedades.es)