Lo de Arizona Baby no es normal. El trío abanderado por Javier Vielba se consagra como revelación del panorama alternativo español en las dos últimas temporadas. Concierto a concierto. Festival a festival. Un dato: más de 120 actuaciones en 2010. ¿Factor sorpresa? Predican la cultura del más genuino rock and roll del terruño. Además, demuestran que energía y alto voltaje no están reñidos con el sonido acústico. Hasta aquí, bien. Sin embargo, nadie esperaba su maridaje con Los Coronas, faraones del surf instrumental hispano. Una banda de veteranos de Malasaña con las cachas llenas de muescas. ¿Puntos de encuentro con Fernando Pardo y David Krahe? El desierto fronterizo, melodías de vaqueros, Morricone, The Shadows. De ahí a la reinvención de clásicos de Pink Floyd, Black Sabbath o Don Farlon. Así se nutre la exitosa gira Dos Bandas y un Destino. Shows largos, divertidos y repletos de revisionismo longitudinal de la historia del rock.
Habéis conseguido lo que nadie en 20 años de Los Coronas, ¡que metan un cantante!
¡Toma! Los Coronas habían hecho pruebas con algunos cantantes. Quizá ha sido el hecho de que Arizona Baby sea un grupo con un cantante y no un solista sin más lo que ha hecho que la cosa fluyera de la manera en que lo ha hecho.
¿Y de quién fue la idea?
Fue cosa de Los Coronas. Habíamos coincidido en varios conciertos y festivales, y nos entendíamos muy bien. Había ya una amistad. Fernando Pardo vino a un concierto nuestro en Madrid y nos lo propuso.
Os lo montáis de tal manera que no hay solapamiento de puestos. Y mira que es difícil con ocho músicos sobre el escenario.
Y por la cuenta que nos trae. Cada pieza tiene una función que cumplir. No vale hacer las cosas a medias. Los ocho músicos lo damos todo sobre el escenario porque las canciones así lo exigen.
Fernando Pardo dice que tenéis los mismos gustos, pero visiones diferentes del rock and roll.
Por supuesto. No es lo mismo ser adolescente en los últimos setenta y primeros ochenta que en los noventa. Los gustos de base serán distintos. Pero, si ellos fliparon con The Gun Club, nosotros lo hicimos con Screaming Trees. Al final es el mismo perro con distinto collar. Si te gusta Jeffrey Lee Pierce, acabarás escuchando a Iggy Pop y luego a Jim Morrison igual que si empiezas el recorrido desde Mark Lanegan.
Sí, aunque Pardo y Krahe son perros viejos. ¿Hay jerarquías?
Hay respeto. Pero no les respetaríamos si no nos respetasen también ellos a nosotros. Son personas cultas, divertidas e inteligentes. ¿Qué más se puede pedir para no aburrirse en las pruebas de sonido?
¿Qué estáis aprendiendo de ellos?
Quizá, de lo que más estamos tomando nota es de la profesionalidad y disciplina con la que trabajan. Son un ejemplo de constancia y dedicación.
Los Coronas han rebasado con creces las expectativas de cualquier banda española de instro-surf. ¿Cómo veis el futuro?
No estoy de acuerdo. Creo que Los Coronas aún pueden y deben llegar mucho más alto. Es una pena que veamos tan cercano el techo para las bandas españolas. Con respecto a nuestro futuro, hace tiempo que nos dimos cuenta de que es una tontería hacer planes a largo plazo. Es una pérdida de tiempo. Hay que estar centrado en el presente. Solo de esa manera se puede llegar a echar la vista atrás algún día y observar que llevas treinta años dedicado a algo.
¿Vosotros rechazaríais una oferta del sello de Steve Van Zandt?
Si nos la hace vestido de Silvio Dante, seguro que no nos atreveríamos a decir que no, por lo que pudiese pasar. Cada grupo es un mundo. Tendríamos que vernos en la situación. Los Coronas tuvieron sus motivos. No son tontos.
Arizona Baby arrasáis en festivales indies apelando a Little Richard y Grand Funk Railroad. ¿Te atreves a desvelar la fórmula secreta?
Buenas canciones. Así de simple. Las etiquetas están bien para orientar al oyente, pero jamás deben convertirse en un corsé para el músico. Si tienes sangre en las venas, vas a bailar con un ‘Lucille’ bien tocado. Da igual lo que ponga en tu camiseta o el color de tus Wayfarer.
¿Eso crees?
El público no es tan tonto como piensan muchos. Supongo que algo hemos hecho bien, en el lugar y momento adecuados. De nuevo, insisto: buenas canciones. Ritmos. Melodías. Un imaginario propio. La verdad, no sé si me explico…
¿Por qué no se da ese fenómeno en otros grupos nacionales? Me vienen a la cabeza Midnight Travellers…
Mala suerte, me imagino. Falta de promoción, quizá. Midnight Travellers son muy amigos nuestros, una banda hermana. Hemos tocado con ellos muchas veces y somos muy fans suyos. Están empezando a tocar mucho con “Ant made”, su último disco. ¡Es una pasada! Estarán en algunos festivales importantes en verano. Si son tenaces, saldrán adelante. Igual que otros muchos grupos buenísimos que tenemos en el panorama nacional.
En cuanto a la gira “Dos bandas y un destino”, no me negarás que las versiones están sirviendo de banderín de enganche.
Enganche no sólo para el público, también para los músicos implicados. Las ganas de reinterpretar algunos de tus temas favoritos junto a grandes músicos es un incentivo muy fuerte para trabajar duro. Hace poco hemos empezado a tocar ‘I’m alive’, de Don Fardon. Quizá porque es “la nueva”, la disfrutamos más últimamente.
¿Por qué el ‘Too drunk to fuck’ de Dead Kennedys? Últimamente la hacen hasta combos de ska. The Valkyrians, por ejemplo.
Sabíamos del gusto de Los Coronas por Dead Kennedys y les sugerimos hacer una. Tras barajar unas cuantas, nos decantamos por ‘Too drunk to fuck’. Quizá sea la letra de los Kennedys que mejor conoce el público español. Ideal para corear con una birra en la mano.
Sorprende más lo de meterse en el pellejo de los Pink Floyd conceptuales.
Fernando Pardo había estado tocando con Los Coronas en Galicia y, tras una buena fiesta regada con licor café, se fue a dormir al hotel. Tuvo un sueño en el que los integrantes de Pink Floyd cabalgaban juntos hacia una puesta de sol con el ‘Wish you were here’ de fondo tal cual la tocamos ahora. Fernando nos enseñó a todos cómo tocarla.
Bueno, Los Coronas ya revisaban a los Ventures y a Dick Dale en los albores de los noventa. ¡Antes que Tarantino! ¿Cómo lleváis la arqueología del rock and roll?
Escuchamos música de todas las épocas y geografías desde que íbamos al instituto. Siempre buceamos en el pasado para entender el presente.
¿También sois, como Pardo y Krahe, coleccionistas de singles ignotos?
Todo lo contrario. Somos unos oyentes muy poco cuidadosos. No metemos los discos en las fundas, dejamos los casetes en el salpicadero del coche aparcado a pleno sol en agosto… Incluso, a veces, ¡nos bajamos discos de internet!
¿Y qué bulle en Valladolid? La ciudad daba impresión de estancamiento desde Celtas Cortos y Fallen Idols.
Valladolid no ha parado de sonar desde los últimos setenta y primeros ochenta. Lo que pasa es que fuera no se ha oído mucho. Siempre ha habido grupos interesantísimos y una escena bulliciosa. El único problema, en los últimos años, era la falta de salas de conciertos. Pero ahora hasta las autoridades municipales se están mojando, creando espacios donde ensayar y hacer actuaciones. Buena música actual, un montón: Garú, Stromboli, Harla Horror, Hula Baby, My Friendly Ghost, Ángel Román, José Carreño, Ángel Stanich, Pilgrims, Mike T. Gutmen… Variedad, calidad y camaradería.
¿Qué planes barajáis, con y sin Coronas?
Con Los Coronas volveremos al estudio en un futuro cercano y haremos unos cuantos festivales de verano. Arizona Baby vamos a tocar a Alemania en abril y seguimos presentando “Second to none” por todo el territorio nacional. Estaremos en festivales como Azkena Rock Festival, entre otros. Sacaremos pronto “Second to none” en Mexico y giraremos por allí antes de que acabe el año. Ya estamos trabajando en el videoclip de nuestro segundo single. Yo mismo me encargo de dirigirlo. Cerca de la Navidad empezaremos a grabar nuestro tercer disco.
(Eduardo Tébar,
)
Estos 2 grupos hacen un gran duo. Muy divertidos, espero veros en Donosti pronto.
ResponderEliminarUn Saludo.