En el ámbito de La Noche de los Libros que la Comunidad de Madrid viene organizando cada cervantino 23 de abril, con la colaboración de Radio 3 y tras una tarde de música y letras, ARIZONA BABY suponía el colofón al espectáculo Música en la Calle que abarrotó la Plaza Santa María Soledad Torres Acosta de Madrid.
Los pucelanos se metieron la noche en el bolsillo con un concierto sin cuarta pared, con el público casi siendo parte de la escena y en la que no desperdiciaron la ocasión para verter su 'Second to none' (Subterfuge, 2009) cargado de rock acústico y country folk. Sonido sureño para la "familia" de seguidores de la buena música, para los que celebraban el Día del Libro y para los que hacían cola y se quedaron fuera de los Cines Luna (proyectaban 'Hausu') en los que, en su últimas y terroríficas reaperturas de sus butacas, tan codiciadas se han vuelto sus localidades entre la modernidad madrileña.
Javier Vielba daba entrada con 'Muddy River', 'Ouch!', y 'The Truth' a un delirio estético de barbas y melenas de esta atípica formación de dos guitarras acústicas y austera percusión. "Feliz día del libro... y de Villalar", el vis a vis músico-concurrencia no había hecho más que empezar con viso imparable. Con raíces en el bluegrass salpicado de blues y jazz, Arizona Baby daba rienda suelta al country del siglo XXI, en el que los sonidos rurales de los Apalaches se transforman en el más electrizante rock and roll. "Con el resfriado que tengo, tenía que haberme quedado en casa leyendo un libro, pero el rock and roll nos puede", espetaba Javi , y así era, los Arizona habían elevado sus notas hacia una expectante luna creciente que se deleitaba con 'Runaway', 'A Tale of the west', 'If I could', 'Where the sun never sets', 'Everything' en un directo único, electrizante, cautivador.
"Amigos, sois todo para nosotros"... y es que lo mejor de estos desorbitados castellanos estaba cayendo sobre la noche mágica del Madrid literario, 'Dirge', 'X'es out' y "aquí no hay bises, ni papeles de otra, otra, otra, así que vamos al turrón..." y los acordes de 'Survive' al aire como antesala de ese inmenso tema "dedicado una mujer mala, malísima..." que con las acompañantes voces de la audiencia permitieron que 'Shiralee' volviera a recordarnos que "alli estaré".
Y a pesar de lo prometido acerca de los bises, la presión fue tal que no hubo alternativa posible e "invocando a los demonios del rock and roll, vamos a machacar una de las canciones de Little Richard... 'Lucille'".
Un espectáculo muy por encima de lo que podía pasar por dentro de nuestras mentes. Una excelente apuesta de Radio 3 y un lujo sonoro.
(Miguel Antonio Hurtado, buscamúsica.es)