jueves, 24 de mayo de 2012

Vienen desde otra galaxia para quedarse

Corizonas es uno de esos grupos que se sale de la norma y que sin embargo está creando tendencia. Por muchas razones; para empezar porque ni siquiera es un solo grupo pero tampoco son dos: Corizonas es la comunión de dos bandas de rocanrol que ya venían calentando la oreja de aquellos renegados del mainstream que escarban a pico y pala para desenterrar ese precioso dorado tan difícil de encontrar. Perdonad por la metáfora pero la cosa va de cowboys.

La primera mitad de la mezcla la componen Los Coronas, un conjunto de surf y rock and roll instrumental con un sonido tan sólido y bien empastado (bajo, batería, dos guitarras y trompeta) que haría las delicias de cualquier solista o banda de rock que se precie, en la retaguardia ¡unos auténticos veteranos! Al otro lado Arizona Baby un formación vallisoletana con una manera de entender el rock acústico y añejo admirable. La mezcla, servida por primera vez en “Dos Bandas y Un Destino”, no puede ser más explosiva. 

Como un pacto apalabrado entre caballeros, Corizonas edita “The  News Today”, un disco de doce canciones potentes y urgentes, presentadas con un viejo sonido western, pero que lejos de aburrir por falta de inventiva, sorprende y viene cargado de una frescura y una calidad que se echaba de menos en la escena nacional.
“Queríamos reivindicar que el “Rock and Roll” es algo cool, que es divertido, que no está pasado de moda, que se baila, que hay presente y futuro no solo pasado”- declaró el grupo en una entrevista en la radio. 

¿Por qué nos gustan?

-Por sus directos. El último gran golpe de la banda fue el pasado 13 de mayo en el Universimad. Cerca de la media noche una hueste de patillas, melenas y barbas subieron al escenario del festival universitario inmersos en un trance psicodélico y un solo de theremin en el que Javier Vielba (voz y guitarra) convocaba entre aspavientos algún tipo de espíritu rockero, con una pose entre cowboy, brujo y profeta. La bocas abiertas se arrastraron hasta el final del concierto, un directo potente, con una puesta en escena y un montaje audiovisual que hace un recorrido por todo el imaginario de la cultura country rock (Fragmentos de películas de Serie B, halcones, vaqueros y chicas). Discursos mesiánicos e incluso un coreado “Wish You Where Here” (Pink Floyd) incendiaron las miradas de los que allí estábamos de principio a fin.


 -Por su disco. Donde conviven desde temas instrumentales (“El Rancho”), a estribillos redondos como en “Run to the River” y desfilan doce canciones bien hechas y directas al oído.


-Porque son anacrónicos. Menciones y referencias constantes a los 60′s y los 70′s, vestuario y sonido retro contrastan con el tímido olor a nuevo de sus canciones y su idependecia e iniciativa dentro del género. Un grupo totalmente atemporal que con la misma facilidad empatiza con los jovenes que con las generaciones que crecieron con los Beatles, Cash o Black Sabbath. Una mezcla tan atractiva que recuerda a aquella película de título “Cowboys & Aliens”. 

-Porque molan. Porque llevan unas pintas inquietantes y son escrupulosamente cuidadosos con la estética, la puesta de escena y los guiños y menciones a sus ídolos.

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