Uno. La sala abarrotada -me tuve que cambiar de sitio durante el concierto por el agobio- de gente que venía a disfrutar del combo de Los Coronas y Arizona Baby. Caigo en la cuenta que la primera vez que vi a Los Coronas fue en el desaparecido Supersónico de Mieres que al parecer no iba a resultar nunca rentable. Tienen buen ojo en el ayuntamiento.
Dos. El show en general muy bien pero me quedo con The Truth de las que cantaron los Arizona Baby, la versión de Flamenco de las de Los Coronas y de las conjuntas, la enorme versión de Neil Young -hecha como quién no quiere la cosa- con la que más o menos abrieron el sarao.
Tres. Mira que es sencilla la puesta en escena pero no puede estar mejor llevada a cabo: lo primero que hay que saludar, comentar algo las canciones y sobre todo presentarse (parece una chorrada pero ya sabemos cómo son estas cosas), lo segundo que la vestimenta identifica a los componentes de cada grupo (por si hay algún despistado) y lo tercero qué buenas son las proyecciones que hacen. Lo que me lleva a que América es muchas cosas y que nos las están mostrando todas, desde Charles Manson (con Rojo y Azul) hasta Russ Meyer pasando por esos cowboys que galopan por el atómico desierto de Nevada.
Cuatro. Visto lo visto, lo único que me decepcionó finalmente es que habiendo sangre turonesa en el escenario -como se comentó en algún momento- no se soltase alguna de eses vaques tores de Turón para animar todavía más si cabe al personal. Me imagino que algo tendrán que dejar para la próxima vez.
(Victor, elveranoeterno.blogspot.com)
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