El antes y el después. El concierto que Arizona Baby ofreció el pasado jueves Arizona Baby marcó la diferencia entre los tiempos del anonimato y los de de la popularidad actual de la que disfruta el trío vallisoletano. Sala llena con más de 400 personas a un precio de 8 y 10 euros. Un dato más que significativo dentro del sector alternativo en un año en el que escasos artistas nacionales se han acercado a tan simbólicas cifras.
Pero el mencionado “antes y después” no se debió solamente a cuestiones numéricas. Está claro que Arizona Baby es ya un grupo de relevancia nacional en toda regla y la presentación de “Second to none” en Mambo estuvo repleta de categoría no solo musical sino escénica. Las proyecciones con su nombre y con varias fotos del grupo ya hicieron gritar a sus seguidores mientras que la puesta en escena también fue cuidada con el atrezzo propio de una banda de verdad. Marcos y Rubén sobre unas tarimas flanqueando a un impecable Javier Vielba que supo ganarse al público con su habitual actitud de front-man cercano; una estrella en toda regla que camina por el suelo de la conexión con facilidad.
Arizona Baby tocaron las canciones que llevan ejecutando mil y una veces por mil y un escenarios. Es una banda que se ha creado en clubs, casas, garitos, fiestas, festivales y locales varios de toda España y parte de Europa así que su repertorio le defienden con una propiedad y una soltura soberbia. Aunque el motivo de la noche era “Second to none” el grupo no olvidó tampoco temas de su anterior “Songs to sing alone” con temas como “So sincere”. Sin embargo, el motivo era el motivo y evidentemente el público se lo pasó en grande con momentazos míticos como los de “The Truth” donde la introducción de Rubén Marrón quema rueda o como el “hit” en toda regla que el público ha elegido como himno del momento: “Shiralee”.
También hubo versiones como ese final con “Lucille” en el que el propio Little Richard y sus músicos bailaban con Arizona Baby desde el proyector del fondo. Tremendo juego interactivo entre la banda y la pantalla.
Tras la ejecución del concierto, el público literalmente se comió al grupo desde un punto de visto positivo coreándoles aquello de “Oé, Oé, Oé, Oé”. El ambiente de triunfo se respiraba en todos los sentidos. Y de hecho continuó en el Café Teatro con el grupo y sus seguidores más fieles después del concierto.
¿Y después de triunfar en casa? Echen una mirada a la agenda de su myspace: Festival CUVA, Pontevedra, Madrid, Logroño, Barcelona, Córdoba, Guipúzcoa, Alicante, Huesca... Así, de momento, hasta el 7 de mayo de 2010.
(Roberto Terné, Nortecastilla.es)