domingo, 28 de marzo de 2010

Barbas, sudor, cuerdas rotas y rock'n'roll.

El del Viernes fue un concierto que tardaré bastante en olvidar, si es que lo hago algún día. Me quedo sin adjetivos para expresar lo que estos tres superdotados nos ofrecieron en Malandar durante casi dos horas de espectáculo frenético. Entramos en una sala medio vacía a pocos minutos del comienzo así que nos pusimos en primera fila, acertadísima decisión. Aunque aquello, así en frío, olía a concierto tipo Nixon, en plan compadre. Me equivocaba. Salen los barbudos y de repente explotan las guitarras, se mueven las melenas, se quiebran las voces entre la coreografía que tema tras tema se marca Javi, vocalista. A la segunda canción se rompe la primera cuerda, "no os fieis de los grupos que no rompen cuerdas, eso es que no lo dan todo" nos dice el cantante, y la verdad es que no es raro que Arizona Baby se cargaran cuatro a lo largo de su concierto, tocaron con una energía y un desparpajo que dejó helados a los que estábamos allí, la sala no se llenó, pero todos los presentes nos entregamos al cien por cien ante la causa de los barbudos.
Sonaron la mayoría de las canciones de su último disco, del primero, y varias versiones arizoneadas (Johnny Cash y un rock'n'roll de Little Richard). Hubo momentos geniales durante el show, la voz, las botas, el sudor y la personalidad de Javi; la melena, los punteos, la actitud y el gusto de Rubén, guitarrista, me dejaron alucinando hasta que me acosté. No olvidemos la percusión de Marcos, caja, cajón flamenco, bongos y pandereta, poco sustento físico al que consiguió sacar una multitud de sonidos que todavía no me explico y que daban a las canciones un puntito muy personal. Un diez a los barbudos. Espero y supongo que volverán a tocar por aquí, o al menos eso dijeron y qué queréis que os diga...
allí estaréeeeeeeee !!!

(Patobuzz, lanuevajerga.blogspot.com)