En torno a las once, llegaba la hora de los pucelanos Arizona Baby, y su country guitarrero, directo y sencillo, sin duda más inspirado en los territorios de las orillas del sur del Mississippi, que en las del Pisuerga. Y ataviados con ropajes acordes a su música, y con sus ya famosas largas melenas y densas barbas, fueron apareciendo uno a uno, empezando como en la mayoría de las canciones, con una prodigiosa “intro” de guitarra, a cargo del Sr. Marrón, (que como bien dicen las críticas, es uno de los mayores descubrimientos de los últimos años a manos de una guitarra acústica), siguiendo por el hombre percusión Marcos Úbeda (y su infinidad de ritmos, y sonidos generados a partir de una caja, un cajón, y unos “bongos”) y presentándose finalmente, a la vez que empezaba la voz de “muddy river”, el predicador de la comuna, Javier Vielba, y su versátil y convincente voz.Y sin cambiar la fórmula, con mucha fuerza sobre el escenario, con estética muy ruda, discurso fraternal, y convenciendo al público de la mejor forma que saben , que no es otra que a través de sus guitarras (y no de sus sermones), fueron despuando el árido cactus que es su disco, atrapando a todos los presentes con los ritmos más sureños que jamás una banda española hizo, y sobre todo, con los intratables punteos y solos de guitarras que precedían a cada canción (incluso en una ocasión haciendo una amalgama entre country y flamenco que hizo la delicia de todos los asistentes), o que de manera disimulada, se percibían entre los estribillos de canciones ásperas, y sin embargo tan agradables a los oídos.
(David Claud, muzikalia.com)