Con el sol en la cama salían al escenario Arizona Baby , este trío de barbudos, melenudos y tipos con camisas a cuadros eran los encargados de cerrar la noche. El escenario era suyo. Comenzaban agradeciendo a las otras bandas sus actuaciones, poco más. El tiempo era escaso y había mucho que decir. Los vallisoletanos, que publicaron “Second to None” (su segundo álbum) el pasado octubre, han ganado en poco tiempo a una fiel legión de seguidores que comulgan con la misma estética y un mismo sonido. Un country atroz, a veces salvaje, en ocasiones dulce, que invita al baile y al salto con peligro de contagio. “Muddy Water”, “Survive” y “Ouch” era la primera traca de una mascleta puzelana. Barzelay nos hablaba el otro día de las ironías al ser nieto de polacos, nacido en Israel y cantante de country, lo de Arizona Baby bien puede servirse en el mismo plato. Pero como también señalaba el cantante de Clem Snide, la autenticidad no se mide en esos términos. “Someday” y “Sandman” daban paso a un cierre espectacular con “The Model”, “X Out” y “Lucille”. Llegaba la medianoche del primer día caluroso en la ciudad y la velada iba llegando a su fin. Una tarde noche de raíces norteamericanas en la que la autenticidad se plasmaba en guitarras, acentos extraños y sonidos venidos del Oeste. La música es universal.
(Alfonso Cardenal, musica.heineken.e)